La trombosis es un coágulo de sangre, es decir, una masa de sangre coagulada en el interior de un vaso sanguíneo.
Los síntomas dependen del vaso sanguíneo afectado, y de si se trata de una trombosis o una embolia y del área a la que afecta. En general, para detectar esta alteración se utiliza un ecoDoppler. Esta prueba permite registrar la velocidad a la que circula la sangre, comprobar si hay obstrucción, además del tamaño de las arterias y venas y la función de los vasos periféricos, midiendo el flujo sanguíneo.
Trombosis en arterias carótidas
La trombosis es relativamente frecuente en las arterias carótidas ocasionando mareos, inestabilidad, hasta pérdidas de conocimiento que, a veces, puede asociarse al hecho de que el paciente gire la cabeza, “cerrando” temporalmente una arteria parcialmente.
El Doppler arterial (inglés) es esencial para su diagnóstico y para tratarla se practica una endarterectomía (en inglés), extrayendo el trombo y restituyendo la luz.
El mismo problema puede ocurrir en personas con trombosis o lesiones en arterias femorales (en las piernas), en las cuales caminar se vuelve muy cansado y doloroso. El paciente debe pararse por el dolor y puede reanudar la marcha después de unos segundos. Se hace una arteriografía y se detectan las obstrucciones.
En personas de edad con lesiones vasculares se observa también trombosis de la arteria aorta abdominal. La ecografía abdominal y el TAC confirman el diagnóstico y el procedimiento quirúrgico es a veces necesario.
Aunque la trombosis venosa profunda suele ser asintomática, puede causar calor y dolor por encima de la vena, enrojecimiento de la piel y dolor o inflamación en la parte del cuerpo afectada como síntomas más comunes. También puede provocar dolor en la pantorrilla con inflamación y enrojecimiento.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario